El verano es una época formidable para utilizar la piscina que tienes, sin embargo, si quieres tenerla perfecta para cuando llegue el calor, deberás de prepararla un tiempo antes e incluso cuando la estás utilizando, deberás de realizar un mantenimiento para que el agua esté limpia, libre de bacterias y de otros microorganismos que puedan hacerte enfermar. En esta guía te vamos a indicar algunos de los pasos más básicos para conseguir que tu piscina esté limpia de manera fácil y sin complicaciones.
Pasos previos para el mantenimiento de una piscina
Antes de empezar, tienes que tener muy claro unos pasos previos que deberás de realizar para que puedas tener una piscina perfecta para usar en cualquier momento. Lo principal es que no vayas a dejarlo todo para el último día. Es muy habitual en ciertas personas que, si van a utilizarla el fin de semana, intentan que el jueves o viernes esté toda perfecta, algo que costará mucho trabajo y esfuerzo, además de que, si has estado pasando de ella y de su limpieza durante prácticamente un año entero, el esfuerzo que deberás de aplicar para dejarla limpia y desinfectada será mayor. Una recomendación que te dan los especialistas de FontanerosMadrid es que al menos una vez al mes puedas realizar el mantenimiento que vamos a indicarte, incluso si no la vas a utilizar, puesto que de esta manera esta tarea será extremadamente sencilla y muy rápida de hacer.
Lo primero de todo es que sepas exactamente el volumen que tiene tu piscina. Esto no es parte de un problema matemático que debas resolver, sino que si quieres que los químicos que vas a verter funcionen correctamente o que no puedan dañar tu piel, deberás de saber este detalle. Si tienes en tu poder todos los documentos de la piscina cuando la construiste, seguramente que en estos papeles ponga el tipo de piscina que es y también su volumen, sino tendrás que realizar tú mismo los cálculos.
Mantenimiento de la piscina rápido y sencillo
Uno de los primeros niveles que tienes que comprobar es el pH del agua. Con este dato lo que vas a descubrir es el nivel de acidez que existe dentro del agua, debiendo de encontrarse entre el 7 y el 7,7 para que el estado sea el correcto. Tanto si es menor, como si es mucho mayor, llegando a un máximo de 14 y a un mínimo de 0, tendrás que modificarlo con la ayuda de unos reguladores de pH. En el mercado existen no solo reguladores, sino también pruebas para comprobar estos niveles, haciéndose en cuestión de minutos para ver la calidad del agua.
Lo siguiente para que una piscina sea saludable, será el uso del cloro. Hay personas que, cuando tienen una piscina, vierten cloro sin saber las medidas correctas, algo que puede provocar irritaciones en la piel y en los ojos, ya que lo habitual es abrirlos cuando se está dentro de la piscina, causando en casos extremos quemaduras graves. Para que la cloración del agua sea la necesaria, deberemos de jugar con los componentes químicos para que estos no modifiquen tampoco el pH que se encuentra en el agua. Actualmente aparte del cloro, también hay otros tratamientos para mejorar la calidad del agua, aunque su principal problema es que pueden llegar a costar el doble que el cloro y su puesta en marcha es más complicada.
Antialgas y fungicidas
La piscina puede producir algas que lo que hacen es darle una coloración verdosa o incluso se puede notar ciertas zonas con el denominado “verdín” por las paredes, algo que puede provocar una proliferación de bacterias y de insectos, como también muchos malos olores. Existen químicos que ayudan a que las algas no se reproduzcan por lo que se eliminan con el tiempo. De la misma manera hay que cuidar los hongos que puedan aparecer no solo dentro de la piscina, sino también en las zonas externas y cercanas a las mismas, ya que al ir descalzo se pueden adherir a la piel y si se tiene una herida o corte infectar. Es aconsejable que además se utilicen herramientas para retirar las hojas de la piscina cuando caen de los arboles con redes, o incluso adquirir robots de limpieza, que lo que consiguen es que no solo la superficie del agua esté limpia, sino también el fondo, pudiendo disfrutar con la familia y amigos de un buen chapuzón.