España siempre ha sido un país en el cual la agricultura ha tenido gran importancia. De hecho, hasta la década de los sesenta la agricultura y las labores relacionadas con el campo fueron el principal motor de la economía española. Hoy en día todavía seguimos encontrando retazos de aquella época dorada en la cual era frecuente la labranza, la siembra y la recolecta de los alimentos nacionales para su posterior comercialización. Productos que destacan por su calidad y por el cariño con el cual han sido cultivados, como el caso de NaranjasDonGusto, una empresa con más de 75 años de tradición familiar y con origen en Vinaròs (Castellón, Comunidad Valenciana).
Su responsable, Agustín Fornes, nos ha dado unas cuantas pinceladas sobre cuáles son los mejores trucos y consejos para poder cultivar auténticas naranjas valencianas. Y es que, si hay una naranja que destaca por su calidad y por su fama, es la naranja valenciana. Pero su cultivo no es tarea fácil, el gerente de Naranjas Don Gusto es muy consciente de ello, ya que lleva años trabajando con el cultivo de esta fruta es su finca de “El Maleà”. Por eso nos ha explicado algunos trucos que debemos tener en cuenta para llevar a cabo el cultivo de estos cítricos.
¿Qué es la naranja valenciana?
La naranja valenciana es una variedad de naranja que destaca, sobre todo, por su sabor dulce. Dentro de este tipo de fruta, podemos encontrar varios tipos de naranjas que varían dependiendo de su tamaño, así como de lo jugosas que sean. En la zona de la Comunidad Valenciana podemos encontrar varios tipos de naranjas como son la Newhale, la Lane Late, la Valencia Late y la Navelate. Estas pueden ser consumidas como zumo o directamente sin exprimir. Además, gracias a la variedad de productos y al clima del mediterráneo, es un producto que suele estar en nuestros hogares prácticamente en la totalidad del año.
¿Cuándo se debe plantar la naranja?
Si la idea es plantar un naranjo, lo ideal es que se realice cuando la actividad del mismo sea mínima, en reposo invernal. Como consecuencia de las bajas temperaturas, los árboles cítricos suelen presentar una actividad menor durante los meses de invierno y son menos sensibles, por lo que si sufren algún daño durante el trasplante tendrán tiempo para subsanarlo hasta que la primavera llegue, momento en el que florecerán.
¿Qué temperatura es la ideal para plantar un naranjo?
Desde Naranjas Don Gusto, nos explican que para poder plantar un naranjo debemos tener en cuenta una serie de recomendaciones si queremos que este nos aguante durante mucho tiempo, sobre todo las relacionadas con la temperatura. Como hemos explicado en el punto anterior, la temporada ideal para proceder a la plantación de naranjos y otros cítricos es el invierno, que será el momento en el que la actividad vegetativa sea nula o prácticamente nula. Por ello, la temperatura más óptima para el cultivo del naranjo se sitúa en torno a los 13º, que es cuando se detiene completa o parcialmente su actividad. Eso sí, será importante tener en cuenta que no se debe sobrepasar por debajo la frontera de los 2ºC, ya que es el límite a partir del cual, si la temperatura desciende, pueden empezar a ocasionarse daños.
También es importante tener en cuenta las temperaturas elevadas a la hora de plantarlo, especialmente en aquellas regiones de temperaturas altas.
¿Puede darle el sol?
Por supuesto, los naranjos pueden recibir el sol sin problemas. De hecho, en Naranjas Don Gusto nos recomiendan que cuantas más horas reciban mejor. Eso sí, hay que tener siempre en cuenta que los árboles se rieguen constantemente y que no estén expuestos a fuertes ráfagas de viento. Estas pueden romper las ramas como consecuencia de su fuerza, así como tirar las naranjas y echarlas a perder. Algo que, si estamos empezando con el cultivo de naranjas, puede constarnos muy caro —además, de un gran disgusto—.
Y el suelo, ¿debe cumplir alguna característica especial?
Así es. Si ya hemos seleccionado el lugar en el cual vamos a cultivar nuestras naranjas y tenemos todo claro, nos queda un último aspecto importante. Este es la calidad y tipo de suelo. Las naranjas no son una fruta que requieran de unas condiciones muy precisas para poder crecer, en cuanto al suelo se refiere, de hecho puede crecer muy bien en varios tipos de suelo. No obstante, en cuanto a calidades óptimas se refiere, lo que hay que tener en cuenta es que el suelo no sea arenoso y, en especial, evitar los terrenos arcillosos.
Otro tema relevante es el pH o nivel de acidez y alcalinidad. En la Comunidad Valenciana el pH se sitúa entre el 7,5 y 8, es decir, que esta región cuenta con suelos alcalinos, por lo que el tratamiento que reciben los naranjos debe ser diferente. Si bien es cierto que no existe un pH ideal para la plantación de cítricos, se recomienda que estos vayan del pH 5 al 9, siempre y cuando se lleve un correcto control de los nutrientes.
Las propiedades de las naranjas
Ahora que ya tenemos claro cómo plantar unas estupendas naranjas valencianas, ya podemos disfrutar de un delicioso fruto que, además, resulta de lo más saludable. Y es que estas naranjas tienen diferentes propiedades que nos serán de gran ayuda para mejorar nuestra salud. Por ejemplo, cuentan con un alto contenido en vitamina C que nos servirá para evitar resfriados y para mejorar nuestras defensas. Es decir, para reforzar el sistema inmune. La vitamina C actúa aumentando la absorción del hierro, así como del calcio y del fósforo. Además, posee propiedades antioxidantes.
Las naranjas también contienen un alto contenido en fibra que confieren a este cítrico unas propiedades digestivas, ayudando a que los alimentos pasen más rápido a través del estómago y de los intestinos. Por otro lado, son frutas que son ricas en vitaminas B, como es el caso de la tiamina y del ácido fólico. Estas últimas son fundamentales para mejorar la salud del sistema nervioso, ayudando a eliminar la tensión nerviosa y a evitar las enfermedades mentales que pueden provocarse a causa de un fallo en él.
Merece la pena destacar, por último, que las naranjas son un alimento estupendo para regular el colesterol gracias a la pectina, presente en la corteza de la naranja. También por el magnesio que ayuda a la fluidez de la sangre evitando la formación de coágulos y protegiéndonos de sufrir un infarto e, incluso, derrames cerebrales.