Ahora que el verano está tocando su fin, es el momento ideal para plantearse reformar el jardín, de manera que lo tengas preparado y perfecto para cuando empieces a utilizarlo con más asiduidad el año que viene.
Muchas personas piensan que meterse en una reforma es un sacrificio no sólo económico, sino también anímico por todo el trabajo que suele implicar y el tiempo que conlleva. Si bien es cierto que la reforma de un jardín requiere de una planificación profesional y muy rigurosa, especialmente si queremos plantar, es posible realizar las modificaciones que desees si tienes en cuenta algunos trucos y consejos como los que te daremos a continuación para facilitarte esta tarea.
El suelo del jardín
El suelo que utilizaremos en nuestro jardín es uno de los detalles a los que más atención deberemos poner, en especial porque es el que más padecerá las inclemencias del tiempo. En el mercado hay distintas opciones que podremos elegir y que aportarán unos beneficios u otros en función de cuáles sean nuestras necesidades. Los materiales más utilizados para jardines suelen ser los de madera, cerámica o césped tanto natural como artificial.
Nuestro consejo es que pienses bien cuál es el espacio disponible y el clima de la zona en la que vives de manera que elijas el material que resulte más adecuado en relación con estos factores.
Cambiar la iluminación
En los espacios de exterior uno de los puntos clave es la iluminación con la que cuentan, como nos recuerdan los especialistas de ReformasIntegrales.com. Lo mejor para los jardines es optar por la instalación de luces bajas en los pasos o caminos, como es el caso de también del porche que es un enclave en nuestro jardín. La iluminación más importante y la más potente debería estar encarada a aquellas plantas de mayores dimensiones que queramos destacar o alguna estatua decorativa.
Además, es importante tener en cuenta que las líneas curvas disimulan con mayor precisión los espacios más pequeños, haciendo que no se evidencien tanto los tamaños y las proporciones.
Elegir plantas resistentes
La botánica ofrece una gran cantidad de plantas de vivos colores y preciosas formas que lucen genial en los jardines y que son altamente resistentes a cambios extremos de temperaturas, además de que soportan la escasez de agua, la contaminación propia de las grandes ciudades y el exceso de viento, por ejemplo. Ante la duda, lo mejor es elegir siempre plantas autóctonas, que son las que mejor se adaptarán al territorio de tu jardín.
También es importante ser selectivo con las especies que vayamos a plantar. Es siempre recomendable elegir aquellas que sean de crecimiento lento y que no alcancen dimensiones demasiado altas. Además, los colores también son importantes, ya que las plantas de colores más claros dan una sensación óptica de amplitud de espacio, en especial porque sus hijas claras ayudan a que la luz se refleje con mayor facilidad.
Disimular paredes y muros
A la hora de reformar el jardín, muchas personas se empeñan en querer disimular las paredes y los muros que delimitan el terreno. Una de las ideas que queremos aportarte para que puedas conseguirlo son los trampantojos, que consisten en pintar los muros de manera que éstos simulen ser una ampliación del jardín. Puedes hacerlo dibujando más plantas, una entrada al jardín o algún tipo de paisaje exterior que pegue con el resto de la decoración. De esa manera que asegurarás que los murales no sean tan evidentes.
Por supuesto, esta no es la única opción, sino que también puedes tapar el mural con macetas o con paneles de madera en los que podrás plantar todo tipo de plantas o enredaderas.
Crear algunos focos de atención
En un jardín siempre es importante añadir elementos que resulten de gran atractivo e interés por el espacio: esculturas, fuentes o árboles singulares son algunos de los ejemplos más utilizados. Éstos ayudan a que la percepción del espacio se vea alterada de manera positiva e invitan a que te detengas a contemplarlos.