Si tu vivienda no cuenta con un sistema de alcantarillado corriente, es probable que hayas tenido que recurrir a una fosa séptica para poder hacerte cargo de las aguas residuales. Contrariamente a lo que implica utilizar un sistema más genérico como son las alcantarillas, el depender de una fosa séptica suele implicar tener que encargarnos nosotros de ella. No obstante, hay partes del proceso que siempre deberá llevar a cabo un profesional, ya que no consiste en limpiar sin más, es un procedimiento más elaborado y, por norma general, implica algunos riesgos. Sí hay partes de este proceso que podemos llevar a cabo nosotros mismos, y de hecho es recomendable que lo hagamos porque el tratamiento de las fosas sépticas debe ser habitual, al menos en la medida en la que se estén utilizando.
La limpieza y el mantenimiento continuo de estas fosas es importante para evitar problemas de mayor envergadura como la contaminación del medio ambiente, entre otros motivos porque estas instalaciones están colocadas principalmente en lugares apartados, en más conexión con la naturaleza, y al tratarse de un dispositivo diseñado para poder filtrar las aguas residuales y depurarlas, el no cuidarlas correctamente puede deparar en fugas y en riesgos para la salud, tanto la nuestra como la de nuestro entorno. Si eres de ciudad, es muy probable que nunca te hayas enfrentado a una fosa séptica, pero si estás pensando en hacerte con una casa de campo para los veranos, o si vas a tener que mudarte a una zona rural, necesitarás estar al tanto de cómo limpiar una fosa séptica porque te tocará hacerlo en más de una ocasión. En este artículo he reunido algunos de los consejos más prácticos para poder mantener una fosa séptica de la manera más segura y efectiva, y no te quepa duda de que te convendrá tenerlos a mano el día que te enfrentes a la limpieza de una de estas instalaciones por primera vez.
Cómo limpiar y mantener correctamente una fosa séptica
Hay una serie de factores que debes tener muy en cuenta antes de limpiar una fosa séptica. Por ejemplo, debes ser plenamente consciente de que los residuos que se almacenan en este tipo de fosas son muy tóxicos, de ahí que tengas que tener mucho cuidado. En según qué casos, y como ya he mencionado antes, será necesario recurrir a un profesional que esté especializado en el trato de fosas sépticas, porque pueden darse situaciones en las que limpiarlas uno mismo resulte peligroso. Sea como fuere, en la mayoría de los casos no será necesario, ya que realizar un mantenimiento correcto y continuo de estas instalaciones facilitará mucho el hacerlo en las siguientes ocasiones.
Lo primero que tienes que hacer es abrir la tapa con cuidado. Cuando digo cuidado me refiero a que lo hagas lentamente, porque las fosas sépticas están pensadas para ser cerradas, lo que significa que en ella se generan gases tóxicos que pueden ser perjudiciales para la salud. Si abres la tapa de la fosa poco a poco, esos gases se irán expulsando en pequeñas cantidades y no serán peligrosos para ti. Por otro lado, ten muy presente que esos gases son inflamables, de modo que tendrás que cuidarte mucho de no acercar ninguna llama, como un mechero o cigarrillos, a la fosa séptica. Lo contrario podría llegar a provocar un accidente muy grave.
Antes de comenzar a limpiar, vierte agua limpia para compensar un poco lo que hay dentro. Ten en cuenta que son residuos orgánicos y concentrados resultan muy complicados de limpiar. El echar agua limpia antes de comenzar con su limpieza te ayudará a desconcentrar el contenido y a limpiar la fosa con más agilidad. Cuando introduzcas la manguera para aspirar, asegúrate de no estar introduciéndola demasiado, ya que no es recomendable aspirar los lodos que hay en el fondo de la fosa séptica. Tienes que ir aspirando los restos que flotan en la superficie, y luego ir bajando poco a poco para ir retirando más cantidad de lodo a medida que se va disolviendo en el agua limpia. Una vez hayamos acabado, basta con volver a verte agua limpia, pues es la forma en la que la instalación seguirá funcionando correctamente.
Recuerda hacer todo esto con regularidad. Es evidente que la asiduidad con la que limpiemos la fosa dependerá del uso que le damos, si la fosa está colocada en una casa que solo utilizamos los veranos no será necesario desplazarnos cada pocos días para realizar este vaciado, ya que no habrá nada que vaciar. Sin embargo, siempre es recomendable registrar la actividad de la fosa para asegurarnos de que no está teniendo ningún problema, y contratar una revisión más completa por parte de un profesional un par de veces al año.